miércoles, 7 de octubre de 2020

Capítulo 7

 


Aquiles está seguro, que por despecho, Franco va a salir con él. Espera la respuesta.

--hoy te acompaño a casa, mañana me meto en tu cama y pasado te hago pagar todas estas humillaciones. Puta–--piensa Aquiles.

Franco está muy herido y por un momento piensa la posibilidad de dejar que el chico lo acompañe a su casa para dar celos a Ramiro.

--No, no –--se dice para sí--—entonces sí podrá decir pero con razón que soy una guarra. Aunque él sea un maldito depredador no quiero que piense que para mi él fue uno más, que él no fue importante como yo no fui importante para él.

Aquiles lo mira muy cariñoso esperando el sí. Se sorprende por el no rotundo.

--¿por qué? –--pregunta sorprendido.

--¡¡porque no te trago,  ya lo sabes¡¡

Aquiles no se esperaba el no. Franco camina con la esperanza de sacárselo de encima pero él lo sigue.

--¿pero porque? Yo no he hecho más que tratarte con dulzura,  quiero que seamos amigos.

--¡¡no, es no. Déjame en paz¡¡

--¡¡tú estás solo,  yo estoy solo. No tiene caso, nos podemos consolar los dos¡¡

Franco cada vez camina más deprisa y Aquiles también.

--¡que no me sigas, que me tienes harto, que ya tengo bastante con tener que aguantarte en clase, no te quiero ver fuera¡¡

--es que no quiero que vayas solo. Todos los chicos guapos tienen pareja, deja que te acompañe aunque sea para no sentirte solo.

Franco lo mira y dice:

--¡¡no es no¡

Dándose cuenta que Ramiro los está mirando Aquiles le dice:

--dame un beso.

--ni loco.

--dame un beso en la mejilla, de despedida.… Te juro que no te molesto más.

--¡si no lo hago no me vas a dejar, ¿no?¡

Aquiles pone cara de bueno y dice:

--uno chiquitín y en la mejilla.

Franco le da un rápido beso, Aquiles se mueve ya que quería besarlo en los labios. El beso cae casi en los labios. Pero almenos ha servido para encender los celos de Ramiro y confirmar que todo lo que le ha dicho Aquiles sobre Franco es verdad. Franco sigue su camino sin darse cuenta que Ramiro lo estaba viendo y ha malinterpretado las cosas. Despechado, Ramiro abraza fuertemente a una feliz Marisa. Aquiles sonríe con rabia:

--¡va a ser mío, Franco va a ser mío¡¡





Al día siguiente no tienen clase ya que la dirección ha organizado una huelga por el despido de algunos empleados por parte de los mandatarios en las altas esferas. Marisa se acerca a Franco y van junt@s. Ramiro se les une. Le parece una buena oportunidad para ignorar a Franco. Franco sufre por la distancia y también vibra de deseo por la cercanía del cuerpo del guapísimo chico. La piel de los dos tiembla de deseo. Los dos recuerdan ese beso que se dieron y se mueren de ganas porque se vuelva a repetir. Los dos frustran sus ganas. Franco con amargura aunque se deleita admirando las curvas de él resaltada por unos jeans  que le enloquecen. Para intentar parar las ganas de besar a Franco, Ramiro no hace más que acariciar y besar a Marisa atormentando a Franco. Aunque Marisa está loca por él queda harta por el excesivo cariño.

--ponte serio que esto es una manifestación, no es un juego --Marisa.

Si se está quieto, Ramiro no deja de pensar en Franco así que la intenta abrazar pero Marisa lo aparta cariñosamente con la rodilla. No lo roza pero él hace como si le hubiera dado un golpe ahí. Y se agacha quejándose como si le doliera con las manos ahí.

Franco está excitado por los movimientos de él.

--¡¡no seas payaso¡¡ --Marisa divertida.

Después de un rato haciendo que se retuerce de dolor, Ramiro abraza y besa a Marisa.

--¡te amo, te amo. No puedo dejar de besarte. Me gustas demasiado¡¡ --Ramiro.

Marisa cree en la sinceridad de ese chico. No piensa que lo único que quiere es olvidar a Franco para no hacer sufrir a Aquiles. Franco aguanta su dolor y se queda ahí fingiendo que no pasa nada aunque se está muriendo de los celos.


Aquiles no ha ido a la manifestación pero se reúne con Franco al final. Le da rabia verlo con Ramiro pero se tranquiliza al verlo con Marisa. 

--¿es tu novia? –--Aquiles.

Ramiro presenta a Marisa para celos de Franco.

--¿vienes un momento, cariño? Te quiero comentar una cosa –--le dice Aquiles a Franco.

Despechado y para molestar a Ramiro Franco se da por aludido y va con él. Se alejan. Aquiles le habla de puras tonterías, le pregunta por la manifestación. Franco se muestra amable con él y es que aunque no quería acercarse a Aquiles se siente demasiado herido con Ramiro y le quiere dar celos. Le duele ver que Ramiro lo mira indiferente aunque por dentro esté sufriendo. Franco se va por su cuenta. Aquiles se acerca a Ramiro y le dice a Marisa:

--¿me dejas a solas con tu novio?

Marisa se va con Franco. Aquiles se acerca a Ramiro.

--¡se me hizo con Franco¡

Ramiro lo mira con el rostro desencajado por el dolor:

--¡¡¿ya cogieron?¡

--casi, es que el pobre se quedó con las ganas, ya te conté. Me ha suplicado que vaya esta tarde a las 4 a su casa, que no hay nadie. Imagina cómo es que me meterá en la cama de sus padres.

Ramiro lo mira desesperado por el dolor.

--¿no me felicitas? –--Aquiles.

--si claro, que te lo pases muy bien –--roto de dolor.

--espero que no te rías de mi pero tengo miedo.  Es como si fuera mi primera vez y él tiene mucha experiencia.  Tengo miedo de quedar en ridículo.

--no, tranquilo. Los profesionales saben lo que hacen.

--¿y debo llevar condones? Es que la otra vez lo quería hacer a pelo. A mi me gusta mucho pero es demasiado vicioso. Me puede hacer pillar algo.

--si claro.

--es que yo nunca he comprado ¿no me puedes dar tu alguno?

Ramiro abre su bolsa y saca uno y Aquiles dice:

--¡mejor me dejas toda la caja, tiene pinta de ser un volcán. Me va a dejar seco¡¡

con discreción Ramiro le entrega toda la caja. Aquiles se va muy contento. Ramiro sangra por la herida. Se mete en el lavabo. Y golpea la pared con rabia. Llora.

--¡¡¡lo va a hacer con él¡¡

él mismo se recrimina su comportamiento, su dolor.

--¡¡se iba a acostar contigo el mismo día que te conoció pues ya se tardó¡¡¡seguro que lo ha hecho con muchos de su clase¡¡¡no te tiene que doler. Seguro que más adelante se me ofrece a mi y cuando Aquiles ya se haya dado el gusto pues me lo daré yo¡¡

Ramiro no quiere reconocer que su alma está sufriendo que no es algo físico sólo, que es algo que le duele de muy adentro. Se lava la cara para relajarse pero no puede dejar de llorar pensando en el beso que se dieron.

--¡lo voy a olvidar, lo voy a olvidar¡¡


Antes de las 4, Ramiro está ya delante de casa de Franco aunque escondido. Aunque él mismo se reprocha su comportamiento se quiere asegurar que  su amigo le ha dicho la verdad. Lo ve llegar. Aquiles llama al piso de Franco. Por el interfono se oye la voz del chico. Todo parece normal. Lo que Ramiro no oye es que Aquiles no dice que es él sino que cambiando un poco la voz dice: “"correo comercia"l” y así logra entrar en el edificio. A través de los cristales de la puerta se da cuenta que Ramiro, como él esperaba, está ahí. Sonríe. Lleno de dolor Ramiro se va y entonces Aquiles sale del edificio satisfecho. Furioso que se lo lleva el diablo, Ramiro llama a Ari para saber si está en casa pero no le atiende. Y piensa en Marisa. En que enseguida le contará a su amigo y será la mejor venganza. Va a buscar a Marisa.

--ven, vamos a mi casa. Quiero estar contigo –-'dice con cara de degenerado.

--pero...

--somos novios, quiero que hagamos el amor.

--pero es que soy virgen.

--te necesito. –--dice con desesperación.

--pero no me dejes luego.

--no lo haré.

Marisa se entrega a él confiada. Ramiro aúlla y llora, aunque su cuerpo grita de placer al hacer el amor con esa joven por dentro llora por Franco.



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