jueves, 8 de octubre de 2020

Capítulo 20

 



 Lidia y Franco han ido hasta una notaría.

--¿que hacemos aquí?

--El notario es amigo mío. Tú vas a hacer una declaración jurada conforme te casas a la fuerza.

--¿¿como voy a hacer eso?

--porque es la verdad y yo seré tu testigo. Así te vengas de Ramiro que es lo que tú quieres y cuando entres en razón muestra esta acta y automáticamente serás  soltero de nuevo.

--pero ¿eso se puede hacer?

--claro que sí. Nadie se va a enterar.  Tu boda será legal pero tendrás este documento para ahorrarte el divorcio y asegurarte tu libertad. Venga, no me digas que no. Yo sé que tú te casas sólo para lastimar a Ramiro. De acuerdo, pues lo lastimas y cuando quieras eres libre.

--lo haré,  firmaré ese documento.

--menos mal que entras en razón.

Y mientras firman esa acta ante el notario, Ramiro está sobre su cama melancólico. Mira fotos de su viaje. En alguna sale Franco en un rincón. Lo acaricia. Piensa atormentado en su primer beso. 

--¿porque todo salió tan mal?¿porqué?

Unas lágrimas recorren las mejillas del guapisimo melenudo





Lidia y Franco salen contentos de la notaria.

--menos mal que has entrado en razón, ya creia que te habías vuelto loco porque esta boda tuya no hay quien la entienda pero bueno almenos ahora me quedo más tranquila.

--me siento tan mal. Yo espero que esta boda me dé paz, que así rompa con todo, rompa con Ramiro definitivamente. Su recuerdo me está matando y lo quiero borrar de mi mente.

--claro que lo harás y bueno después te librar del Aquiles ese y podrás volver a ser feliz con otro hombre.

Franco habla con mucha amargura:

--feliz no. Yo no aspiro a amar a otro hombre, sólo quiero vivir solo y en paz.

--eso dices ahora pero el tiempo todo lo cura.


Días después… en el jardín de un bonito hotel se celebra la boda de Franco y Aquiles. Ramiro y Lidia son los testigos. Ramiro tiene la mirada clavada en Franco. Los dos se están amando y odiando mucho. La ceremonia es breve pero tensa. Franco sufre al tener tan cerca a su amado pero a la vez tan lejos. Ramiro siente rabia y siente dolor. En el fondo desea que Franco no se case por amor a él. Siente que un puñal se le clava en el alma cuando Franco y Aquiles firman el acta matrimonial. Franco no duda, está herido y quiere lastimar a Ramiro. Aquiles y Franco y son marido y marido y se besan apasionadamente. Franco besa a Aquiles como nunca para lastimar a Ramiro. Ramiro no puede evitar que sus ojos se llenen de lágrimas al ver como Franco se va con el que ya es su marido. Con un nudo en la garganta, Ramiro se acerca a Marisa:

--ahora nos casamos tú y yo. 

Marisa abraza a Ramiro y en un momento en el que Franco se gira Ramiro besa apasionadamente a Marisa. Franco y Ramiro se miran con lágrimas en los ojos.




Poco después... es Franco el que sufre al ver como su amado se casa con otra. Ramiro y Marisa son los novios. Aquiles y Franco los testigos de una sencilla boda civil. Franco se mantiene frío pero en realidad sufre al ver a su amado ya casado con Marisa. Ramiro y Marisa se besan. Aquiles felicita a los novios. Ramiro y Franco se miran frente a frente. Se aman, se odian, sufren por ese amor, por ese odio. Sus ojos es el reflejo de todo eso. Aquiles besa en el cuello a su esposo:

--¿no vas a felicitar a nuestro amigo, mi amor?

Franco extiende su mano. 

--Felicidades --dice Franco muy frío.

Ramiro encaja la mano de Franco con la misma frialdad. A los dos les cuesta mucho reprimir el llanto. Marisa y Aquiles se miran con complicidad. Ella no se da cuenta que Aquiles no es precisamente su aliado. Aquiles mira con celos la forma en la que se miran Ramiro y Franco. Se aman.

--¡¡malditos malditos los dos --dice para sí- por culpa de este Judas es que siempre tienes dolor de cabeza y aún no consumamos  ¡pero me las vas a pagar¡¡Yo sé cómo.  Me voy a vengar de Ramiro y además te ataré a mi para siempre¡¡ 

Ajenos a los planes de Aquiles, Ramiro y Franco se devoran con los ojos. Se miran con amor, con dolor. Marisa se cuelga del brazo de su marido:

--¿vamos, mi amor?

Ramiro se va con Marisa, Franco se queda con Aquiles. Franco y Ramiro se miran muy tristes...


6 meses después... Aquiles está como loco está tratando de entrar en el cuarto de Franco.

--¡¡ya no puedo más¡¡quiero que esta noche seas mío ¡¡¡¿¿para qué te casaste conmigo si no querías ser mío?¡¡

--¡¡tú me hiciste chantaje, dijiste que ibas a enseñar ese video a mi familia¡¡

--¡¡aún puedo hacerlo¡¡

--¡¡hazlo ¿que me importa si eres mi esposo?¡

Aquiles da golpes a la puerta enloquecido:

--¡¡tú ya has sido mío ¡¡

--¡¡ni me lo recuerdes, ya está¡¡no pienso volver a ser tuyo¡¡

Aquiles trata de calmarse:

--¡¡esta puta no va a vencerme, será mío¡¡mio¡¡ --dice para sí.

Aquiles se aparta de la puerta. Se toma unas copas. No tarda en salir Franco y él se sorprende al ver que va con sus maletas.

--¿y esto?

--Ya no te aguanto. He hecho un esfuerzo durante estos meses pero ya no quiero seguir con esto ¡¡me voy¡¡

Aquiles agarra del brazo a Franco:

--¡¡no te puedes ir¡¡

--¡¡esto es inaguantable¡¡ya cumplí, me casé contigo¡¡

--¡¡no cumpliste,  no fuiste mio¡¡yo no te daré el divorcio si no te acuestas conmigo una vez¡¡

Aquiles trata de forzar a Franco pero  se lo saca de encima de un rodillazo a genitales y sale huyendo con sus maletas. Aquiles grita como una bestia. Le suena el móvil. Le cambia la expresión del rostro cuando le dan un mensaje.

--haga lo que planeamos, ya le traigo el dinero--dice Aquiles tras escucharlo.

Aquiles sonríe maquiavelicamente:

--vaya, vaya... veo que Dios está de mi lado. Marisa no se podía poner a parir en mejor momento.


Mientras en la clínica. Ramiro nervioso en la sala de espera. Ari a su lado trata de animarlo.

--ya pronto tu hijo habrá nacido y serás papá.

Ramiro camina de un lado a otro.

--¡¡ya estate quieto que me estás poniendo nervioso¡¡

Ramiro se lleva las manos a la cabeza y se acaricia la melena. Está desesperado:

--¿porque tarda tanto? No sé porque no me dejaron entrar.

--vaya, no pensé que quisieras tanto a tu esposa.

--¡¡ya sabes que no es por Marisa, a ella no la aguanto¡¡¡es mi hijo¡¡No quiero que nada malo le pase a mi hijo¡¡

--a pesar de todo. Tú sigues amando a Franco.

Ramiro mira a su amigo herido. Ese nombre abre una herida que nunca cerró del todo.

--no hables de ese ahora. Por favor, ahora sólo importa mi hijo.

--si claro, perdona--dice Ari poniendo la mano en los hombros a su amigo.

Sale una enfermera. Ramiro se acerca a ella muy ansioso:

--¿¿y mi hijo?

--lo siento el bebé murió.

La enfermera los deja solos. Ramiro llora en brazos de Ari.

--desahogate amigo.

--¿¿porque me tenia que pasar? ¡¡todo me sale mal¡¡todo¡¡

Ramiro está muy herido, son demasiadas heridas las que lleva dentro.


Esa enfermera sale al rato del hospital a las escondidas y carga un bebé.  Lo pone en brazos de Aquiles.

--¿seguro que es ese?

--segurisimo.

--¿y los padres?

--la madre estaba dormida y al padre ya le dijimos que el bebé murió.

--¿y si pide ver el cadáver?

--tengo uno para enseñarle...

Aquiles le da el dinero a la enfermera y se va con ese bebé. Conduce deprisa. El bebé llora y llora. Aquiles lo mira con rencor:

--¡calla ya...nadie te va a ayudar¡¡espera a conocer a tu nuevo papá¡¡

Aquiles piensa en Franco y dice:

--para que veas que no soy tan malo, te separé de Ramiro pero ahora voy a poner a su hijo en tus brazos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Capítulo 24 y último

    Ángel huye de la casa. No puede creer todo lo que le ha pasado.  --Mi padre, mi verdadero padre se llama Ramiro... Ramiro... Ramiro... P...