miércoles, 7 de octubre de 2020

Capítulo 11

 







Franco mira a Ramiro muy enamorado. Ramiro lo mira con el rostro desencajado:
--¿¿que hace aquí?

--¡¡Franco ven¡ --dice Marisa contenta.

Franco se acerca a ella con timidez. Marisa está del lado de la ventana, así que Franco y Ramiro casi se tocan. Los dos sienten placer sólo por sentirse cerca. Ramiro no lo mira, se nota que está furioso. Franco lo ama y lo desea. El gran bulto que se le marca a Ramiro en la entrepierna le vuelve loco a Franco. Ramiro nota el deseo de él y cree que lo único que le interesa es el sexo y eso acentua su rencor. Sin mirarlo trata de darse ánimos para olvidarlo.

--¡¡no te dejes vencer --dice Ramiro para si-- es una locaza, un pinche joto que sólo quiere aprovecharse de ti para tirarte después y no puedes darte el lujo. Es el chico que quiere Aquiles y aunque sea una puta tú si te tienes que hacer respetar y no hacer algo de lo que después te vayas a arrepentir¡¡

Justo al lado de Ramiro, pero separados por el pasillo, el asiento está vacío.

-¡¡ven , siéntate ahí¡ --Marisa.

Ramiro fulmina con la mirada a Franco. Lo mira con mucho rencor para que no se le ocurra. Franco mira desafiante a Ramiro y se sienta. Los dos están tan cerca. Franco suspira. Ramiro se levanta. El cuerpo de él es de infarto y enloquece a Franco. Le encantan las curvas de él. Ese bultaco. Ese trasero. Arde.

--¿¿que haces cariño? --Marisa.

--¡¡es tu amiga¡¡ponte tu a su lado¡¡ --dice con desprecio.

Ramiro se pone al lado de la ventana para no estar tan cerca de Franco. Mira hacia la ventana. Franco está triste porque Ramiro no le hace caso pero también llena de esperanza  el ver tan frío a Ramiro con su novia. Ramiro mira hacia la ventana:

--¿¿porque Aquiles me mintió? --piensa.

El guapo joven está muy aturdido:

--¡¡no. Aquiles jamás me ha mentido. Debe ser ese pinche joto que se ha reído de él, ha jugado con sus sentimientos. Se ha divertido con él y ahora se quiere divertir conmigo ¡¡como lo odio¡¡ --piensa para sí.

Ramiro está llorando por dentro teniendo que tragar todo el amor que siente por Franco.

Marisa habla con Franco:

--¿¿pero?¿qué haces aquí? ¿no que no ibas a venir?

--si bueno pero es que hace unos días una chica se dio de baja y me pidió el favor de ir en su lugar.

--¿y porqué no me lo dijiste?

Franco no hace más que mirar a Ramiro que está con los ojos clavados en los cristales. Sólo sus cabellos ya lo seducen.

--creí que ya te lo había dicho o como he tenido que arreglar las cosas tan rápido pues no he tenido tiempo.

--¡vamos a dormir juntas como dos amigas¡

--no nos dejarán…

--¡tú eres una más de las chicas¡

Algunos se burlan de Franco por querer ser una chica más, a Franco le da igual. Le gustaría dormir con Ramiro pero eso lo ve más difícil y pegado a Marisa lo tendrá controlado.

De entrada los profesores le dicen que no, que aunque sea gay es un chico. Luego dicen que ya verán.

Ramiro hace un esfuerzo por no llorar pero es algo que le cuesta mucho.

--¡¡este tipo es una basura, justo ayer le daba alas a Aquiles y  ya sabía que lo iba a dejar plantado¡¡ ¡es un asco¡--dice para sí.

Ramiro se siente muy culpable por sentir un amor que lo está matando por ese muchacho que supuestamente está lastimando a su amigo.


Aquiles está desnudo en su cuarto. Se ha dado una buena ducha y se está perfumando bien. Se ha comprado ropa nueva para la ocasión.

--¡¡ahora no puedes fallar¡¡No puedes echar a perder esa reserva, que cuando Ramiro regrese ese culo ya sea mío. Sea como sea pero tengo que aprovechar que la guarra esa  de Franco está solo para llevarlo a la cama¡¡ya inventaré lo que sea, lo atormentaré con lo enamorado que Ramiro está de Marisa, casi al borde del altar.¡¡lo que sea pero aunque sea una sólo vez me daré el gustazo de saborear ese culo yo primero, que sea Ramiro después quien recoja mis sobras¡¡

Aquiles sonríe mirando la ropa:

--nada puede fallar. Todo tiene que ser perfecto. Franco no imagina que va a ser mio, que su decisión de no ir a ese viajecito me iba a venir de pelos para cogérmelo al fin¡¡¡mira que se hace la difícil la putita esa¡

El joven sonríe victorioso sin sospechar que el otro cada vez más se está acercando a la frontera.


Franco se hace el dormido. Tiene ganas de ver cómo actúa Ramiro estando él dormido. Ramiro lo mira con cariño, con rabia y a Franco le gusta.

--algo siente por mi y lo tengo que descubrir. No sé como pero Ramiro y yo tenemos que estar a solas. Le tengo que demostrar que él es el único hombre que me importa --dice Franco para sí.

Marisa trata de besar a Ramiro en los labios provocando los celos de Franco que sigue haciéndose el dormido. Ramiro se aparta de ella.

--¿qué te pasa?¿porque eres así conmigo?

Franco disfruta al ver que van mal las cosas entre Ramiro y su novia. Se llena de esperanzas. Su corazón va a mil. Está muy ilusionado con que ese viaje le dé la felicidad que tanto desea:

--lo amo tanto, por tener a Ramiro entre mis brazos haría lo que fuera. Sería tan feliz con él... --piensa.

Ramiro se da la vuelta para no mirar a Marisa y ésta insiste, lo va achuchando.

--¡¡déjame en paz¡¡ --él.

--¿qué te pasa conmigo?

Franco suspira enamorado:

--he hecho bien en venir, sé que voy a aclarar todas las cosas. Presiento que este viaje va a marcar mi vida. --piensa.

El joven siente que el corazón se le va a escapar por la garganta:

--ojalá cuando regresemos  Ramiro sea mi novio.

Marisa mira llorosa a Ramiro.

--no me hagas un escándalo aquí que no lo aguanto --él.

La pareja habla en voz baja, sólo los oye lo que están cerca.

--tú has sido el primero, te he dado lo mejor de mi. No me puedes tratar tan feo.

Él la mira indiferente. No dice nada.

--¿y entonces?qué te pasa conmigo?

Ramiro se da ánimos:

--¡¡ahora, rompe con ella ahora¡¡ --piensa.

--tenemos que hablar muy serio. Tú y yo ya no... --Ramiro va hablando.

Marisa ya llora segura que él la va a dejar y cuando Ramiro va a acabar la frase se da cuenta que Franco los está mirando y dice:

--que te amo tanto, no puedo vivir sin ti.

Tanto Franco como Marisa no dan crédito a las palabras de Ramiro. Las lágrimas de Franco dan fuerzas a Ramiro para seguir fingiendo y besa apasionadamente a Marisa. La abraza y mira desafiante a Franco. Lo ve sufriendo:

--¡¡no puedo dejar a Marisa¡¡tengo que vencer a Franco, no puede jugar conmigo¡¡no puede¡¡

El dolor de Franco lo lastima y a la vez siente que le está dando su merece y le hace sentir victorioso



El grupo llega a un pueblo al sur de Francia, aún en la Catalunya francesa. Ramiro y Marisa se muestran muy felices, parecen de luna de miel. Franco parece un alma en pena. Se arrepiente de estar ahí. Para herirlo Ramiro dice:

--¿¿que te pasa?¿es que echas de menos a tu amante?¿porque no te has traído a Aquiles?¿es que le vas a poner los cuernos?

Todos lo oyen y se ríen de Franco. Marisa regaña a Ramiro:

--no digas eso de mi amigo.

Mirando desafiante a Franco Ramiro dice:

--es que a él lo  conocen todos.

Ramiro y Franco se miran con mucha rabia. Marisa y Franco ocuparan una de las habitaciones. Ramiro la acompaña sin dejar de besarla y todo por el gusto de hacer sentir mal a Franco. Ramiro cae sobre la cama besando a Marisa. Franco no puede más:

--¡¿no pueden dejarlo para más tarde¡¡?

--perdona,  es que si Aquiles estuviera aquí ya estarías cogiendo com él y no nos molestarías¡¡ --Ramiro con burla.

Marisa lo regaña. Franco lo mira con intensidad. Una intensidad que derrite el corazón de Ramiro

Ramiro los deja solos no sin antes volver a besar a Marisa. Franco siente ganas de llorar por la manera burlona en la que lo ha mirado Ramiro.

--perdona lo brusco que ha sido Ramiro pero tú sabes como es, espero que me hagas el favor y nos dejes la habitación para que...

Franco no puede escuchar la frase. Se va dejando a Marisa sorprendida.


Ramiro se da una buena ducha fría para bajarse el calenton. No puede dejar de pensar en Franco, en sus besos, en su dolor.

--¡¡es fingido¡¡es fingido¡¡

Franco se arma de valor y llama a la habitación. Le abre Mía, el compañero de cuarto de Ramiro, que está vestido.

--¿y Ramiro?

--Está en la ducha.

Franco está muy nervioso pero sabe que no encontrará mejor oportunidad. Le da un buen dinero al chico:

--vete y no vuelvas en un par de horas y de esto ni una palabra a nadie.

El chico sonríe con complicidad y lo deja solo. Franco se acerca al baño asustado  pero decidido. Franco se excita mucho de pensar que está a solo unos metros de su amado desnudo. Se tropieza con una mesa y se le cae un jarrón.

--¿Mía?¿que pasó? --pregunta Ramiro.

Franco tiembla al escuchar la voz de su amado desde la ducha. Ramiro llama a su compañero y al no obtener respuesta cierra el grifo. Iba al salir de la ducha cuando se abre la puerta y entra Franco. Franco se excita mucho al ver por fin a ese hombre tan impresionante totalmente desnudo y no lo disimula. Ramiro lo mira boquiabierto.




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