jueves, 8 de octubre de 2020

Capítulo 21

 





Franco abre la puerta de su casa. Se sorprende al encontrar a Aquiles con un bebé en brazos. El pequeño no hace más que llorar. Instintivamente Franco agarra al pequeño que se duerme en sus brazos.
--que lindo ¿quien es?

Aquiles sonríe. Franco ha quedado prendado de ese bebé que ha encontrado refugio en esos amorosos brazos.


Mientras Ramiro está con Marisa que sufre una fuerte crisis de nervios al saber que su hijo ha muerto. Ramiro trata de calmarla:

--tienes que tener resignación.

Marisa está furiosa:

--¡¡todo es tu culpa¡¡debes estar feliz, tú no querias a mi hijo pues ahora ya no está¡¡¿¿estás contento?

A Ramiro se le escapa unas lágrimas:

--no seas injusta, yo quería a mi hijo.

--¡¡no es verdad, no es verdad¡¡¡a ti te fastidió mucho que yo me embarazara porque no me querias ¡¡ya no estás atado a mi, ya eres libre¡¡quiero el divorcio. No quiero verte nunca más¡¡

Ramiro la mira con pena:

--estaré a fuera por si me necesitas.

--¡¡vete¡¡

Ramiro se va muy triste y se refugia en los brazos de Ari:

--¡¡ella me culpa a mi, piensa que debo estar feliz y no es así¡¡a mi me duele mucho¡¡yo queria a mi hijo... si lo queria¡¡

Ramiro llora mientras que su amigo trata de consolarlo:

--no le hagas caso a Marisa. Ella está muy afectada.. ya arreglaran sus cosas. Esta es una dura prueba pero con cariño todo se supera.

--¿cual cariño? tú sabes que yo no quiero a Marisa y no soportaba estar a su lado¡¡pero mi hijo si¡¡ yo me casé para estar con mi hijo, nada más¡

--bueno y para fastidiar a Franco ¿no has sabido nada de él?

Ramiro mira a su amigo llorando sangre:

--¿¿¡porque sacas el tema ahora?¡¡no no he sabido nada de Franco y ni me importa, supongo que feliz con su marido y llevando una vida de vicioso a sus espaldas¡¡ Aquiles no me  viene a ver seguro que para no tener que reconocer que se casó con una puta¡¡

Ramiro está muy herido, ahora hay dos heridas dentro de su alma.

--lo siento, tio. No te quería poner mal.

--No es tu culpa..Marisa quiere el divorcio y es lo mejor. Después del entierro de mi hijo me voy a ir de la ciudad y tal vez nunca regrese




Franco mira con mucho cariño al pequeño hijo de Ramiro que duerme sobre su cama. Franco lo acaricia muy paternalmente. Ese bebé le ha robado el corazón.

--que bueno que mis vecinos recién ha tenido un bebé y nos han podido ayudar. No me puedo creer que hayan abandonado a este bebé. Si se ve que lleva horas de nacido.

Aunque se muestra bondadoso, Aquiles sonrie y piensa:

--si supieras que ese bebé que cargas con tanto cariño es el hijo del hombre al que tantas veces quisiste meter en tu cama.

Franco besa al bebé:

--los padres de este bebé son unos enfermos. A mi me habria encantado ser el papá de este bebé.

Aquiles acaricia los cabellos de su esposo con una falsa ternura:

--hubiéramos sido unos buenos padres. 

--no empieces con eso, tú sabes porque me casé contigo.

--sé que estuvo mal pero yo estaba seguro que me ibas a amar ¿porque nunca me has amado?¿porque ni siquiera me has dejado que te haga el amor si ya fuiste mío? Yo te necesito tanto.

--aquella vez no lo recuerdo y ya te dije... el sexo no me apetece. Tú lo aceptaste para que no te dejará.

--¿y porque no me quieres?¿es que amas a otro?

Aquiles ha hecho la pregunta nervioso. Tiene miedo que  lo enfrente y le confiese que ama a Ramiro. Franco calla ese amor por Ramiro que le quema por dentro. Mira a ese bebé rubio  y no sabe porque piensa en Ramiro y trata a ese bebé con mucha ternura:

--¿que va a pasar con este bebé? --dice Franco angustiado-- ¿has llamado a la policía?

--¡¡no, se lo van a llevar¡¡¡y no quiero¡¡no le van a dar un hogar¡¡

Franco acaricia el bebé con cariño:

--pobrecito,  no quiero que lo lleven a un lugar feo como si fuera un criminal.

-- no quiero que pase la noche en un lugar de esos ¿te lo puedes quedar tú? almenos que su primera noche la pase con alguien que lo quiera luego ya veré yo lo que hago.

Franco siente algo muy especial por ese bebé...

--claro que sí. Si pudiera no me separaría de ese bebé.

Aquiles lo mira y dice:

--se puede

--¿¿como?

--Vuelve conmigo. Yo conozco una comadrona que nos haría el favor. Buscaría a una chica que acabe de morir para registrar ese bebé como hijo tuyo y de ella. Luego yo como tú esposo lo adoptaría. Este ángel puede ser nuestro ¿no te gustaría?

A Franco si le gustaría pero le preocupa Aquiles:

--bueno pero... es que... ¿volver contigo?

--dame una oportunidad. Es que si no vuelves conmigo ¿que va a ser de este niño?

--pero si voy a aparecer como su padre… no te necesito.

Cada rechazo de Franco aumenta el deseo de Aquiles y su rabia.

--¡¡no... si quieres este bebé tendrá que ser  conmigo¡¡ ¡esa mujer no lo va a hacer gratis y yo no te voy a hacer este favor si tú no pones de tu parte¡ Si lo adoptas tú solo la gente hará muchas preguntas pero no sí lo adoptas con tu esposo. Esa es mi condición para ayudarte a que te quedes con el niño y es lo mejor para él. Tendrá un hogar estable. Una familia.

Franco ya siente suyo a ese pequeño y  está dispuesto a sacrificarse por él:

--¡¡de acuerdo¡¡pero tú y yo seguiremos durmiendo en habitaciones separadas  no habrá nada entre nosotros¡¡

--si claro... ya te he dicho que yo no te forzaré a nada, que serás tú  quien  me busque a mi cuando te apetezca.

Franco mira a ese pequeño bebé con todo el amor de un padre. Lo besa:

--de acuerdo.

Aquiles tiene un brillo de odio en la mirada.

--¿y como llamaremos a nuestro ángel? --Aquiles.

Franco mira al pequeño y se le viene el nombre de Ramiro pero no lo dice:

--como tú quieras.

Aquiles da un beso a Franco y se finge amoroso con el bebé que llora de inmediato. Aquiles fuerza una sonrisa. Franco se queda solo con ese bebé al que mira y no hace más que recordar momentos amor y desamor vividos con Ramiro.


Mientras Aquiles sale del edificio muy satisfecho:

--¡¡todo ha salido muy bien, con ese bebé  le hará chantaje a Franco para que por fin se acueste conmigo y luego lo meteré en la cárcel por secuestrador¡¡

ríe como loco y se distrae y no ve un camión que se le cruza en medio y el choque es brutal.


Franco está pendiente del desarrollo de su marido. El médico le comunica que vivirá pero que ha quedado paralizado de cuello para abajo, para siempre.  Franco va a ver a su marido. Lo mira con compasión. Aquiles se muere de rabia. Franco lo acaricia:

--yo voy a cuidar de ti toda la vida pero me tienes que ayudar para que esa amiga tuya certifique que ese pequeño es mi hijo y yo me consagraré a vosotros dos.

Aquiles no dice nada, siente mucha rabia y aunque ya no podrá coger con Franco no va a permitir que  sea feliz y está dispuesto a atarlo a su vida para hacerlo infeliz.


 16 años después...



-Xavier Bracho(la loba herida, 1992) como Ángel-


Franco es un hombre  amargado al lado de Aquiles que postrado en una silla de rueda no sale de casa y le hace la vida imposible tanto a él como a Ángel que es todo un adolescente y  es la luz que ilumina a Franco. El chico se aplica en sus estudios y en su tiempo libre juega al fútbol. Sueña con ser un jugador profesional.

Franco tiene una enfermera que cuida a su marido para así poder distraerse. A pesar que Aquiles lo quiere tener todo el dia con él Franco se escapa a un centro de internet para distraerse con el ordenador.



Se abre las ventanas de una casa unas calles más allá. Es Ramiro que ha regresado.

--16 años...

El hombre, muy guapo y con pelo corto, sonríe con amargura:

--Franco.

Se estremece al recordarlo. Tiene grabado a fuego en su piel sus besos y sus caricias. Su aroma.

--no ha servido de nada que me alejara de mi familia tanto tiempo, no he visto crecer a mi sobrina y total para nada. No te he podido sacar de mi alma. Te llevo en la sangre.

El hombre no puede evitar unas lágrimas:

--¿Qué habrá sido de tu vida? 

En todos estos años no ha querido que le dijeran nada de él y poco a poco ha ido perdiendo contacto con los que lo podían conocer. A pesar de todos sus intentos de olvidar, el recuerdo de ese joven que lo enamoró años atrás lo ha dejado marcado. Quiere dar una vuelta por su ciudad, le han dicho que cerca de su casa hay un sitio donde uno se puede conectar gratis a internet y decide ir a dar una vuelta. Ramiro entra, Franco está un poco más allá. Los dos están sentados uno frente a otro aunque con cierta distancia. Ninguno de los dos se ha visto.

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